Las cosquillas
entre los vacíos
que se burlaban con ironía
necesitan estacionarse
en el sector J-K23
(Ahora, explicacion del J-K23:
utilización póstuma
del chirrido
subido a los carritos del supermercado
enfilados tras su uso)
La dentadura sin dueño,
o en su defecto,
el calzoncillo drogado,
hacen del sector J-K23
un tiempo pornográfico
en el que se pare
al poeta y a la unión.